I Iyar

El Poder de la Lengua

Enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu descendencia y la de ella; Te herirán en la cabeza, y tú les herirás en el calcañar” (Bereshit 3:15)

Esta porción, Tazriá Metzorá, desarrolla ciertos temas que desde el principio de la creación han sido un dolor de cabeza para el ser humano: “la lengua”. La Rebetzin Esther Jungreis, una mujer de quién aprendo mucho, dice: “La mayoría de las personas piensan que Lashón hará es hablar calumnias o mentiras, pero es un error. Toda habla maliciosa o peyorativa cae en la categoría de lashón hará, incluso si lo que se dice es verdad”. Continúa diciendo, “El lashón hará genera división, enemistad y desprecio, fuerzas opuestas a la armonía y al bienestar.”

Según la Torá, el Lashon Hará tiene consecuencias que trascienden a otros errores cotidianos, dice Proverbios 18:21: “En la lengua hay poder de vida y muerte”, y este órgano es el único miembro de nuestro cuerpo que es “interno y externo” a la vez, y para protegerlo tenemos dos defensas físicas: “los dientes y los labios”. La porción de esta semana va unida a la porción de metzorá, que deriva de las palabras “motzé y ra”, que implica “hablar mal de los demás”. En la porción de Sheminí aprendimos que debemos cuidar lo que entra a nuestra boca, ahora, aprendemos que debemos cuidar lo que sale de nuestra boca. Yeshua dijo en Mateo 15:11 “Lo que contamina a una persona no es lo que entra en la boca, sino lo que sale de ella.”

Si examinamos lo que nuestro rabino Yeshúa nos enseña en Mateo 15, vemos con más profundidad el significado de Lashon Hará, veamos:

“Yeshua les contestó: —¿Y por qué ustedes quebrantan el mandamiento de Dios a causa de la tradición? Dios dijo: “Honra a tu padre y a tu madre”, y también: “El que maldiga a su padre o a su madre será condenado a muerte”. Ustedes, en cambio, enseñan que un hijo puede decir a su padre o a su madre: “Cualquier ayuda que pudiera darte ya la he dedicado como ofrenda a Dios”. En ese caso, el tal hijo no tiene que honrar a su padre. Así por causa de la tradición anulan ustedes la palabra de Dios. ¡Hipócritas! Tenía razón Isaías cuando profetizó de ustedes:

“Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí.En vano me adoran; sus enseñanzas no son más que reglas humanas”.

Al leer detenidamente estos pasajes, podemos ver que Lashón Hará también es contradecir con mis ideas lo que Dios ha establecido en su Torá, en este caso específico, con las tradiciones “acomodadas a una conveniencia de un grupo de personas”. En el caso específico, se dejaba de honrar al padre y la madre con la excusa de ofrendar a Dios. Cuando para el Eterno honrar a los padres ayudándoles a su sostenimiento económico de parte de sus hijos era tan importante como ofrendar. Lo uno no desacreditaba a lo otro, esto implica que esto con estas interpretaciones era equivalente a anular la Torá con sus ideas.

Segundo, Lashon Hará es también enseñar a otros de manera equivocada conduciéndoles a cambiar la Torá por tradiciones inventadas que suplantan lo que Dios desea de nosotros. Dice Levíticos 19:14 “No maldecirás al sordo, ni pondrás tropiezo delante del ciego, sino que tendrás temor de tu Dios; yo soy el Señor”. En Mateo 15:14 Yeshua les recrimina diciendo que “enseñan tradiciones de hombres y que son guías ciegos. Y, si un ciego guía a otro ciego, ambos caerán en un hoyo”. Con esto, ¿no contradecían la Torá también?

Tercero, Lashon Hará implica no ser congruentes con lo que decimos y pensamos-actuamos. Por ello cita Yeshua a Isaías 29:13 “Este pueblo me alaba con la boca y me honra con los labios, pero su corazón(intención, pensamiento, voluntad, sapiencia, vida moral y física, intelecto está lejos de mí. Su adoración no es más que un mandato enseñado por hombres”. Cuando tomamos un siddur o recitamos plegarias pero estamos pensando en otras cosas que no corresponden al momento, entonces estamos haciendo Lashón Hará porque estamos expresando con nuestra boca algo que no es cierto o real.

Por otra parte, la palabra (emisión de sonidos que vibran) fue utilizado por el Eterno para crear, dice Tehilim 33:6 “Por la palabra del Señor fueron creados los cielos, y por el soplo de su boca, las estrellas.” Asimismo, Yojanán 1: 3-5 dice: “Todo fue creado por la Palabra, y sin la Palabra nada se hizo. De la Palabra nace la vida, y la Palabra, que es la vida, es también nuestra luz. La luz alumbra en la oscuridad, ¡y nada puede destruirla!”. ¿tenemos claridad, que la palabras que emitimos emiten frecuencias que se traducen en mensajes de vida o de muerte? Está comprobando científicamente, para citar un ejemplo del profesor Alberto Requena quien dice: “Uno de los principios es la vibración, que enunciado lacónicamente reza así: Nada está inmóvil; todo se mueve; todo vibra ……” y da una explicación muy profunda sobre las frecuencias de cómo éstas van creando lo que nuestros sentidos perciben como una realidad física, pero todo lo que nosotros vemos a nuestro derredor no son más que átomos vibrando en distinta frecuencias y ondas. Por lo tanto, cuando emitimos sonidos con nuestras bocas, liberamos energías que pueden producir vida o muerte.

Cuando leemos el principio de la creación en Bereshit 1, vemos cómo en el proceso de creación que estaba en un estado Tohu Vavohu (vano y vacío) se fue ordenando y convirtiéndose en el lugar habitable para la creación del Eterno a través de la expresión: “Vayomer Elohim, וַיֹּאמֶר אֱלֹהִים, y Dijo Adonai” y culmina su creación bendiciéndola cuando dice (Bereshit 2:3): “Vayevárej Elohim וַיְבָרֶךְ אֱלֹהִים y bendijo Dios” lo cual es una expresión de la boca de Dios.

Rashí explica por qué la persona con tzaarat debía estar fuera del campamento diciendo: “Ya que la persona separó con su lashón hará a un hombre de su esposa, a un hombre de su prójimo, por lo tanto, él también deberá ser separado”. En otras palabras, ya que esa persona habló lashón hará y el lashón hará separa a las personas, esa persona también deberá ser separada de los demás (medida por medida).

Esta idea la encontramos en el verso mencionado al inicio de este mensaje, en Génesis 3:15, ¿porqué hay enemistad? Pues por el Lashon Hará, el primero hablado en la historia. Primero, la serpiente “tergiversa – la misma idea de Yeshua-“las palabras del Eterno a la mujer (que representa a las áreas emocionales -que no piensa- del ser humano) cuando le dijo: “La serpiente le sugirió: Dios comió del árbol y creó el mundo así que si comes… SERÉIS COMO DIOS — Creadores de mundos.” La víbora habló lashón hará de Dios a Eva, y el resultado fue que la víbora se separó de Eva, por ello dice: “Colocaré enemistad entre tú y la mujer, entre tu descendencia y la de ella”. Cito lo que dice el Rab Elisha Coffman “Cuando una persona habla lashón hará, no solamente separa a otros de la persona de quién está hablando esa lashón hará, sino eventualmente también provoca separación entre la persona que habla lashón hará y la persona que la escucha.”

Hablar Lashon Hará trae destrucción, heridas, separaciones, y eventualmente la muerte. El Rabino Shraga Simmons dice que una de las causas más fuertes que motiva a hablar mal es la baja autoestima porque al bajar a los demás yo me elevo frente al resto de la gente. Por ello hoy en día los medios de comunicación han construido un imperio en torno a derribar personas importantes, y por ello existe el antisemitismo.

En lo personal, lucho día a día con este mal, como dijo Yaakov, este órgano (lengua) es tan pequeño pero es difícil de gobernar y hace un símil al timón de un barco que gobierna a toda una nave en la mar. Hoy en día, es que como decía nuestro RANEBI, aunque hagamos Teshuvá, la destrucción que genera el Lashón Hará muchas veces es imposible de rectificar, y ponía un ejemplo de un rabino que rompía un papel en un parque en muchos pedazos, y luego intentaba unirlo nuevamente, era una tarea casi imposible de realizar. Aun así, observamos que Dios nos otorga el regalo de la Teshuva, reconocer lo que hemos dicho y si es viable reparar nuestro mal proceder, haciendo lo necesario para rectificar nuestro mal proceder; Nos dice Kidushín 30b “Los Sabios enseñaron: “Y colocaréis [וְשַׂמְתֶּם vesamtem] estas palabras Mías en vuestros corazones” (Deuteronomio 11:18). Lea esto como si dijera sam tam, un elixir perfecto. La Torá es comparada con un elixir de vida…. Así también el Santo, Bendito Sea, dijo a Israel: Hijos míos, creé una inclinación al mal, que es la herida, y creé la Torá como su antídoto. Si te dedicas al estudio de la Torá, no serás entregado en manos de la inclinación al mal, como está dicho: “Si haces el bien, ¿no será levantado?” (Génesis 4:7). Quien se dedica al estudio de la Torá se eleva por encima de la inclinación al mal…. Y si no te dedicas al estudio de la Torá, estás entregado a su poder, como está escrito: “El pecado se agazapa a la puerta” (Génesis 4:7). Además, todas las deliberaciones de la inclinación al mal serán sobre ti, como se dice en el mismo verso: “Y para ti es su deseo”. Y si quieres, gobernarás sobre ella, como se dice en la conclusión del versículo: “Pero tú puedes gobernarla” (Génesis 4:7), por lo tanto, podemos también aferrarnos a la Torá y encontrar un elixir contra este mal. Por último, es cortar el ciclo del Lashón Hará, ya sea poniendo límites a lo que hablamos, a nuestras conversaciones, a lo que escuchamos directa o indirectamente y pensando bien qué diremos.

Con nuestras palabras, ¿estamos construyendo? ¿estamos creando? ¿estamos uniendo? ¿edificamos a otros? ¿bendecimos? ¿mejoramos nuestro entorno? ¿contaminamos a quienes nos escuchan? ¿ayudamos a crecer a otros trayéndoles luz? seamos íntegros, y que el Eterno nos guarde de errar con nuestra lengua.

Shabbat Shalom

Mauricio Quintero